Durante
los últimos 50 años España ha mantenido que Gibraltar les pertenece y que el
Reino Unido debe de entregárselo inmediatamente. Han estado haciendo mucho
ruido últimamente desde que el Príncipe Eduardo visito Gibraltar para festejar
con sus habitantes, y estos proyectaron una imagen de la bandera del Reino Unido
(Union Jack) y de la Reina en el Peñón. Claro,
muchos argumentarían que los españoles tienen un punto de razón. Dirían que es estúpido
que a estas alturas en el siglo veintiuno se gobierne desde Londres una roca situada
en la península española. Para
entender porque este argumento no es correcto, debemos mirar hacia el pasado y analizar
un poco la historia.
En el
siglo XVIII Europa, como de costumbre, estaba en guerra. A un lado estaba Francia
y España, y al otro estaba Inglaterra, Alemania, el Papa y los estados que
ahora forman Italia. Hubieron muchas batallas, muchas cargas a caballo y muchos
muertos. Y como de costumbre, los ingleses ganaron. Por consiguiente, en el
Tratado de Utrecht España fue forzada a ceder Gibraltar.
Dicho esto, ¿porque hemos de devolverlo? Eso sería como que Alemania dijera que aunque Inglaterra marcó más goles que ellos en la final del Mundial de 1966, han decidido que ha pasado bastante tiempo y quieren que se les inscriba a ellos como ganadores del trofeo de esa edición. Y de todas formas, ¿a donde acabarían las exigencias españolas? Porque no nos olvidemos que en el Tratado de Utrecht también perdieron Holanda, Sicilia, Cerdeña y todas sus reivindicaciones sobre Brasil y las ciudades italianas de Milán y Nápoles. ¿Van a querer que se les devuelva eso también?
Dicho esto, ¿porque hemos de devolverlo? Eso sería como que Alemania dijera que aunque Inglaterra marcó más goles que ellos en la final del Mundial de 1966, han decidido que ha pasado bastante tiempo y quieren que se les inscriba a ellos como ganadores del trofeo de esa edición. Y de todas formas, ¿a donde acabarían las exigencias españolas? Porque no nos olvidemos que en el Tratado de Utrecht también perdieron Holanda, Sicilia, Cerdeña y todas sus reivindicaciones sobre Brasil y las ciudades italianas de Milán y Nápoles. ¿Van a querer que se les devuelva eso también?
La
realidad es que hace cientos de años el mundo trazaba sus fronteras con sangre y
si empezáramos a deshacerlas ahora habría caos. Los Estados Unidos tendrían que
devolver Nueva York a Holanda, Ruud Gullit sería británico, Canadá pertenecería
a Francia, el estado de Tejas seria mejicano y Silvio Berlusconi estaría en
Downing Street. Y para rematar la faena,
Gales seria parte de Inglaterra, Escocia parte de Noruega y los ingleses
serian alemanes. Y por
último, en el 2006 una constructora española compró seis aeropuertos británicos,
incluido Heathrow. Si ellos quieren que se les devuelva Gibraltar, nosotros
les quitaremos nuestros aeropuertos.